Existe un método sencillo basado en la idea de que a los caracoles les gusta la cerveza. La solución esta en emborracharlos, o algo así.
Lo que hay que hacer es enterrar un bote o tazón hasta el borde, cuidando que la boca quede bien al ras de la tierra.
Luego, se llena el tazón con cerveza para que los caracoles no se resistan a la tentación y vayan por esta bebida.
Al caer al tazón morirán pronto.
Se deben retirar periódicamente los caracoles muertos del interior del tazón o de sus alrededores.
Que curioso, no lo sabía. Gracias.
ResponderEliminaryo tengo uno infalible: comerselos
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