Nombre común: Tomate, Tomatera, Jitomate.
Nombre científico: Lycopersicum esculentum = Solanum lycopersicum.
Familia: Solanáceas (Solanaceae).
Origen: Suroeste de América.
El tomate fue introducido en Europa por los colonizadores españoles del continente americano.
El tomate es una planta anual, pero a veces puede perdurar más de un año en el terreno.
Los tallos son ligeramente angulosos, semileñosos, de grosor mediano (cercano a 4 cm en la base) y con tricomas simples y glandulares.
Hojas de tamaño medio a grande (10 a 50 cm), alternas, pecioladas, bipinatisectas (con folíolos a su vez divididos) y con numerosos tricomas simples y glandulares.
Frutos:
El fruto puede ser redondeado, achatado o con forma de pera.
La tomatera produce desde diminutos frutos del tamaño de una cereza, hasta enormes frutos de hasta 750 gr.
La mayoría de las variedades son rojas, pero las hay también en naranja, amarillo, rosa e incluso.
El fruto de tomate corresponde a una típica baya, generada a partir de un ovario sincárpico de dos o más carpelos, con una placentación axial, y con numerosos óvulos.
Esta baya en madurez presenta un pericarpio carnoso, que encierra dos o más lóculos y una placenta con una parte carnosa en el eje central y con una parte gelatinosa que llena parcialmente los lóculos, en la cual se ubican las numerosas semillas.
La coloración de los frutos maduros varía desde amarillo a rojo y está dada por la degradación de la clorofila y el desarrollo de pigmentos carotenoides (amarillo-anaranjados) y licopeno, pigmento típico de este fruto, de color rojo.
El fruto de tomate presenta un alto contenido de agua y, excepto por su valor de vitamina A y C, no se destaca por ningún otro componente nutricional.
Componente fundamental en ensaladas o platos típicos (ensalada chilena, pizzas, gazpacho, etc.), y en varios productos industriales como deshidratados, enlatados, jugos, ketchup, mermeladas, pastas, salsas e, incluso, bebidas alcohólicas como el "Bloody Mary".
El tomate es una fuente de antioxidantes (relacionados con la prevención de enfermedades degenerativas y cardiovasculares como cáncer, cataratas y cardiopatías), especialmente de vitamina E y en menor medida de vitamina C.
También contiene betacarotenos y flavonoides, como quercitina y licopina (éste es el que le confiere el típico color rojo), también con potencialidad preventiva, especialmente en cuanto a los problemas de próstata.
Otro elemento interesante es el potasio, aunque este mineral pierde su efecto si el tomate se toma en zumo preparado, por su alto contenido en sal.
CULTIVO DE LA TOMATERA
Luz:
Necesitan mucho sol. Son auténticas plantas heliófilas.
Temperaturas:
Clima templado-cálido.
No gusta del frío y muere con las heladas.
En las regiones frescas hay que elegir un lugar soleado y cálido, a ser posible resguardado con una pared.
Temperatura óptima 20º-24º C.
El tomate se puede cultivar al aire libre o en invernadero.
El cultivo en invernadero aumenta la producción.
Suelo:
Blando y bien estercolado.
El suelo deberá ser profundo, fértil, estar abonado y enriquecido con materia orgánica.
En los terrenos pobres y poco profundos es aconsejable utilizar bolsas llenas de compost o macetas grandes.
Ph ligeramente ácido.
Semilleros:
Se pueden comprar los plantones en centros de jardinería, pero las mejores variedades hay que obtenerlas a partir de semillas.
Hay que comenzar al principio de la primavera, si se tiene previsto cultivar plantas maduras al aire libre o en invernadero sin calefacción, ya mediados del invierno, si se está en condiciones de mantener una temperatura mínima de 10°C.
Se siembra en bandeja o maceta con mezcla de cultivo, con las semillas a 5 mm de profundidad y separadas 4 cm.
Se riega con cuidado y se cubre con una cubierta de vidrio, dotada de papel marrón hasta que germinan, con una temperatura constante de unos 16 °C.
Se llevan los plantones a macetas de 18 cm llenas de mezcla de cultivo, en cuanto se abren los cotiledones.
Si se siembra en bandejas de alveolos estarán listos para trasplantar al suelo cuando tengan unos 15 cm de altura.
Siembra:
En hileras dobles de 80 cm de distancia y 50 cm entre plantas.
Los plantines de tomates, necesitan mucho riego y una buena exposición al sol.
Hay que comprobar que las plantitas se han vigorizado antes de replantarlas. Se las riega bien el día antes.
Se colocan en hileras con una separación entre si de 40 cm para los tipos fusiformes y de 60 cm, para las variedades arbustivas; las hileras deberán guardar una distancia de 45 cm.
Antes de plantar los tipos fusiformes se clavan cañas o rodrigones de 1,25 m.
Se usa a continuación un desplantador, para colocar las plantas en agujeros aliado de las cañas, y se las deja por debajo del nivel del suelo.
Se afirma el terreno y se riega bien.
Riego:
Las tomateras requieren de un riego regular pero no excesivo; suele ser suficiente con una o dos veces a la semana.
Los riegos irregulares causan un desarrollo irregular del fruto y su agrietamiento.
Abonado o fertilización:
Cuando los primeros racimos muestran sus diminutos frutos, se comienza con la aplicación de un abono rico en potasio que se suministra cada semana junto con el agua.
Entutorado o tutorado del tomate:
Cuando las plantas crezcan unos centímetros deben tener una guía para sostenerse porque son muy débiles, cuando están a una altura considerable es preferible sostenerlas con cañas entrecruzadas.
Poda:
Hay que proceder a un despunte a intervalos regulares de cualquier brote lateral que se forme en las axilas de los tallos con hojas; el ápice vegetativo se despunta sólo cuando hay cantidad suficiente de racimos con frutos, que pueden ser.
En climas frescos, se despunta el ápice vegetativo de las variedades fusiformes de exterior por encima del racimo superior, una vez que se han formado cuatro o cinco de éstos.
En climas muy calientes o en invernadero, puede dejarse qué la planta forme ocho o diez racimos.
Plagas del tomate:
Gusano verde, Pulgones, Mosca blanca, Araña roja, Seca del tomate, Nematodos (Heteroderas, Tylenchus, Meloidogynes)
Enfermedades del tomate:
Pseudomonas (bacteriosis), Pythium, Mildiu, Negrón, Antracnosis, Cladosporiosis, Verticiliosis, Fusariosis, Mosaico del tabaco, Podredumbre apical.
Recolección:
Duración del cultivo de 140 a 260 días.
Se recogen los frutos mediante un corte nítido en la unión del pecíolo al tallo cuando ya tienen color, pero aún no están maduros; la recogida frecuente acelera el desarrollo de los que quedan, mientras que los cortados, maduran con rapidez en el interior.
Antes de las primeras heladas habrá que recoger cualquier tomate verde que quede en la planta y se le madurará en interior.
Plagas y enfermedades:
Vigilancia porque el tomate sufren una amplia gama de plagas y enfermedades.
Plagas: orugas, trips, pulgones (áfidos) y anguílulas del tomate, y en el invernadero, la mosca blanca y los ácaros.
Fuente: infojardin.com
Muy buena información. Gracias.
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