Los gladiolos son uno de los bulbos de primavera más conocidos y cultivados en todos los jardines del mundo.
También llamados espadillas pertenecen a la familia de las iridáceas y son originarios del sur de África y Europa.
Son una planta perenne que alcanza una altura de 100 cms y que tienen un uso muy común para adornar macizos, realización de grupos en el jardín y como flor cortada.
Sus hojas alargadas y en forma de lanza son de color verde intenso y salen de la base de la planta. Las flores pueden ser de múltiples colores; rojas, amarillas, variadas, blancas...
El cultivo del gladiolo
Clima: Requieren temperaturas que ronden los 20º durante el días y los 10º durante la noche. Con temperaturas más altas o bajas la planta no consigue su desarrollo óptimo.
Suelo: Se desarrolla perfectamente en suelos ricos en nutrientes y que cuenten con muy buen drenaje.
Luz: Su cultivo se realizará siempre a pleno sol. Requiere de un buen número de horas de sol durante el día para su floración.
Riego: Riegos regulares que mantengan el sustrato fresco, pero sin encharcamientos para evitar posibles pudriciones del bulbo.
Plantación de los bulbos: Los bulbos se plantan desde el mes de enero hasta el mes de mayo. Directamente en el jardín o en macetas. La distancia de plantación entre bulbo y bulbo es de 20 cms. La profundidad a la que hay que plantar los bulbos es de 8 cms.
Floración: La floración de los gladiolos se da entre los meses de mayo y julio.
Cuidados y consejos de cultivo: Los gladiolos son plantan que no soportan bien el frío por lo que su plantación y cultivo hay que empezar a realizarlo una vez que hayan pasado los fríos y heladas nocturnas.
Es importante realizar su cultivo en suelos ricos en humus y con un excelente drenaje. Se puede incrementar el drenaje del suelo añadiendo arena.
Plagas y enfermedades: Puede verse afectado por plagas de trips y de pulgones. En cuanto a las enfermedades que le pueden afectar la más común es la roya.
Fuente: www.semillashuertayjardin.com
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