Como regar correctamente las lechugas

El cultivo de la lechuga no es especialmente difícil y nos da una fresca y sana recompensa. Con pocos cuidados y atención especial al riego, obtendremos nuestra propia cosecha de este saludable vegetal.

Necesidad de los suelos en el cultivo de las lechugas 

Por épocas de cultivo nos encontramos que en primavera, los suelos más adecuados son los arenosos, ya que al calentarse con más rapidez logran cosechas tempranas. En verano son necesarios suelos humíferos que aprovechan los recursos hídricos y aceleran el crecimiento de las plantas. En otoño, es mejor el cultivo en suelos francos, que se enfrían despacio. 

El cultivo de la lechuga es más de frío que de calor y, por ello, es capaz de soportar -6º, pero no más de 30º. Necesita notar diferencia de temperatura entre la noche y el día. Durante su crecimiento, es recomendable tener el suelo a una temperatura de 14 a 18º de día y de 5 a 8º por la noche, mientras que en época de acogollado, debe estar en torno a los 12ºC por el día y 3-5ºC durante la noche. Si apreciamos cierto tono rojizo en las hojas, puede deberse a las bajas temperaturas. 

Puedes encontrar distintas variedades de lechuga como la Romana, Baby, Batavia, Mantecosa o Trocadero, Iceberg, Lollo Rossa, Red Salad Bowl, Cracarelle y lechuga espárrago. 

El riego de las lechugas 

La humedad ambiental relativa necesaria para la lechuga es de entre el 60 y el 80%. Dado que tiene una raíz muy pequeña comparándola con sus hojas, es especialmente susceptible a la ausencia de agua. De ahí que este punto sea muy importante. 

El riego por goteo es el más indicado para las lechugas, ya que no provoca excesos de agua y mantiene la humedad en niveles adecuados. En cambio, el riego por aspersión o manguera no se considera adecuado porque hay más posibilidades de quemar la planta con los rayos del sol. 

Si el cultivo es en caballones, el agua mantendrá siempre húmeda la raíz y seca la parte aérea. Hay que evitar a toda costa que aparezca podredumbre en el cuello de la planta, para ello es mejor regar con pocas cantidades de agua pero a menudo.

Fuente: www.hogar.mapfre.es