La pitahaya, Pitaya, Pitajón, Yaurero y Warakko, es
un fruto procediente de plantas cactáceas. Es de pulpa aromática y esta
repleta de semillas. Existen dos variedades la amarilla y la roja
(conocida como “fruta del dragón”).
La variedad amarilla: Es espinosa, se cultiva en
zonas tropicales y tropicales altas, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú,
Venezuela, básicamente centroamerica. Se puede encontrar en el mercado de enero a marzo. Mide unos 9 centímetros de largo y unos 7 centímetros de ancho. Nace de color verde y amarillea al estar madura.
La variedad roja: Se cultiva en México, Nicaragua y Vietnam entre otros. Se puede encontrar en el mercado de junio a agosto.
Mide 12 centímetros de largo con un diámetro de 8 centímetros. Se
caracteriza por que tiene la cascara roja, con brácteas verdes que se
tornan amarillas cuando esta madura.
Su sabor es delicado y fino, como de agua azucarada, aunque en
nuestros mercados, debido posiblemente a las inapropiadas condiciones de
transporte, almacenaje y humedad a la que son sometidos, pierden sabor y
resultan algo insípidos.
Para conservarla en casa, lo mejor es fuera de la nevera,
en lugar fresco y seco, lejos de los focos de calor y sin que le de la
luz del sol directa. Solo la ponemos en la nevera un ratito antes de
consumirla.
Las pitahayas maduras se pelan con
facilidad, cortando por un lado de la flor y tirando de la hacia abajo.
Se corta en rebanadas y se debe evitar masticar las semillas.
Habitualmente se consume como fruta fresca, aunque también puede
utilizarse en cócteles y refrescos. La amarilla se usa en algunos sitios
como colorante y también en la elaboración de yogur, helados,
mermeladas, gelatinas, refrescos y dulces. En algunos países se emplea
como colorante. La roja, aunque es más insípida y menos aromática, se
utiliza muchísimo como adorno de postes y cócteles exóticos.
Fuente: www.directoalpaladar.com
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